martes, 7 de febrero de 2023

Influencers

E n la Naturaleza, hay especies de animales que practican la monogamia. Las más conocidas ‘parejas de por vida’ son las de los pingüinos. Pero hay más ejemplos identificables, como son las nutrias, las orcas, los castores, los cisnes, los lobos, los gibones, los perritos de la pradera, los loros… y las famosas tórtolas. Y hay especies polígamas. La verdad es que lo son la mayoría, incluso algunas, y son muy conocidos los cérvidos y los caprinos, hasta practican lo del ‘harén’ de hembras. Pero en fin, aparte de estos, el demonio de Tasmania, el ñandú, las hormigas, el gorila, muchos pájaros... dicen los naturalistas que son claramente polígamos.

Pero, a más, especies tan cercanas a la humana, como son los chimpancés, y sobre todo los bonobos, practican no solo la poligamia, sino también el contubernio más promiscuo. Vamos, que su vida, al parecer, es una continua (incluso indiferenciada) orgía de sexo. Y lo dicho: son especies muy cercanas al hombre…

Poniéndonos en la realidad sociológica actual, ahora están de moda los contubernios. Claro que siempre se dijo aquello de que ‘la jodienda no tiene enmienda’, y es posible que toda la vida fuese así (y el hecho de que esas especies tan cercanas los practiquen, parece abonarlo), pero a lo mejor es que antes no se ‘aireaba’ tanto, ni con tanto ‘gesto exhibicionista’ ni con tanta ‘liberalidad', en ambos sexos, y ahora los ves por todas partes, en la prensa y revistas del cuore, en TV, en las películas... y hasta en las tertulias de amigos (o amigas). Y, al ventilarse muy públicamente… ahora parece que hay mucho más.

Así que la pregunta del millón es si, independientemente de lo que se vea (u oiga), la sociedad (madura y civilizada) humana es, por naturaleza, mayoritariamente como el bonobo… o hay una ‘mayoría silenciosa’ que es como el pingüino.

Hombre, voy a hacer una confesión: yo soy, y he sido, monógamo. Cierto que tuve bastantes novias, de 'joven y adelantado estudiante de ingeniería’, pero una vez matrimoniado, mantengo, y me enorgullezco de ello, el principio de fidelidad a mi pareja. Y siempre digo que es, primero, por un principio de honradez y respeto personal y, segundo, porque aquello que se dice en la formulación matrimonial de «...en la riqueza y en la pobreza, en la salud y en enfermedad...» no es otra cosa que la aceptación de que no todo va a ser ‘miel sobre hojuelas’ y que hay que saber adaptarse, en la convivencia, perdonar lo perdonable, y quedarse siempre con lo positivo.

Vamos, que me refiero a no romper (como ahora parece estar de moda) por cualquier tontería. Máxime cuando hay hijos por medio, claro, que siempre son los grandes (y silenciosos) perjudicados en el tema de las separaciones…

Pero visto lo que ahora se ve… ¿Seré yo (o será… el pingüino’) una ‘rara avis’ dentro de esta ‘avanzada sociedad’…?

Y aquí viene el nudo de esta lucubración de hoy que, caramba, me ha costado mucho llegar hasta ello: y es que yo creo que, en todo este ‘bonobismo’ que ahora se observa, hay un claro ‘efecto llamada’ porque, independientemente de que uno (o una) pueda ser más o menos golfo (o golfa), psicológicamente la gente está muy mediatizada por los ‘influencers’.

Y los ‘influencers’ son todo ese flujo de información que recibimos, a diario, de TV, cine, revistas del cuore, y de famosos, novelas, prensa general… O sea, todo.

Porque, en primer lugar, lo referente al sexo parece ser que ‘vende’ bastante y estamos en una sociedad muy consumista (y materialista) y, en segundo (y en mi opinión) porque creo que, posiblemente, los autores de la ‘información a procesar’ pueden tener tendencia a liberar sus ‘sombras de grey’, es decir sus complejos, obsesiones y/o frustraciones dándole una aparente naturalidad al relato… que claro, la gente que lo asimila así lo considera.

O sea, que estamos ‘influidos’ por cuestiones que, a lo mejor, tienen un componente de ‘postureo’ que desvirtúa la realidad sociológica. En mi opinión, vamos.

Por poner un simple ejemplo: la novela finalista del último Premio Planeta (‘Historias de mujeres casadas’ ,de una chica catalana de 46 años), comienza describiéndose un orgasmo de una pareja que deciden seguir así, sin romper con sus respectivos cónyuges… y seguir viviendo su secreta aventura... Que digo yo lo de antes, si esto no es una ‘moda que vende’, y/o si esto no tendrá nada que ver con alguna obsesión personal…

Y podría poner más ejemplos: ¿Son ‘normales’ los ‘desmadres’ (en el amplio sentido de la palabra) que vemos en muchas escenas de sexo (cuando no de sadomasoquismo) en algunas películas, o relatos…? ¿O el postureo erótico/verbal, a veces claramente pasado de tono, de muchos bailes y canciones, en general latinoamericanas? ¿O la tendencia a hacer públicas, incluso enorgulleciéndose de ello, escenas que más bien pertenecen, claramente, al ámbito de lo privado?

Y esto lo ve 'gente influenciable', lo copian (porque, en el fondo, todos somos muy ‘sugestionables’) en sus performances en Tik-Tok, y similares, en su vida en pandilla, se difunde… y al final lo consideran ‘normal’… cuando no es más que una imitación de las ideas que, personalmente, pueda tener un ‘influencer’… que desgraciadamente no pasan por ningún filtro cultural, o ético medianamente decente. Y así va el mundo ahora.

Bueeeeno, hoy si que me he puesto ‘viejuno’… Pero quiero dar el peso que se quiera dar a esta idea: que el mundo de hoy está en manos de ‘influencers’ que, en muchos casos, distan años luz de aportar algún ‘valor’ cívico, ético o moral apreciable, y que se guían exclusivamente por el ranking de popularidad (y/o por dar una buena ‘campanada’ que satisfaga su ‘ego’… o su bolsillo).

Y que, vamos, en mi opinión no creo que esto sea, precisamente, un modelo a seguir ‘a rajatabla’. Si que es bueno ser moderno, aceptar las nuevas modas, los cambios de mentalidad, los nuevos paradigmas… pero es mejor saber mantener la mente fría para examinar con cierta hondura de pensamiento tanto el mensaje de invitar a hacer algo… como el mensajero. Que, por acabar con un clásico… ‘una cosa es la libertad… y otro, muy distinto, el libertinaje’.

¿O no…? (Pero en fin, lo dicho, hoy estoy en plan 'viejuno'. Pero será porque solo he tocado el tema del 'bonobismo', porque si hablo de los ‘influencers’ refiriéndome a  cuestiones socio-políticas... nadie podría dejar de darme la razón)

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