sta es la forma como, en Linux, un usuario ‘friki’… o ‘Pro’, teclearía la orden en su terminal (consola) para archivar (mover, o sea, move) el directorio (o carpeta) ‘2021’ a la carpeta ’historia’, crear (make) un nuevo directorio llamado '2022' y posicionarse (cd, esto es, change directory) en él, para poder empezar a meter ahí las vivencias de este año entrante. O sea, lo que hacemos a partir de ayer, lunes 10 de enero, que es el efectivo ‘aterrizaje’ en el 2022... una vez dejados atrás los fastos navideños y/o epifánicos.
Y, verdaderamente, ya hay varias cosas que podemos ir empezando a meter en este directorio ‘2022’ para, en su día, 'hacerlo pasar a la historia'…
La primera, sin duda, es la famosa sexta ola del covid, la de la variante ómicron, que en estos momentos, en España, tiene un ‘Incidencia Acumulada a 14 días’ de 3.000 casos (7.000, en Navarra…) por 100.000 habitantes, nunca visto antes, donde pasar de un IA14 de 150 ya se consideraba incidencia grave. Menos mal que ahora parece ser menos virulento, que la vacunación (aunque no alcanza, en principio, a esta variante), quizás nos ha hecho más resistentes (o, al menos, este ómicron afecta principalmente a las vías respiratorias altas, y hay menos peligro de complicaciones).
Y lo malo es que el número de contagios declarados sigue creciendo, que aún no se atisba la ‘meseta’ de la curva… y que ayer lunes empezaron todos los colegios, con clases presenciales… lo que supone el adiós a las ‘burbujas familiares’. A ver en qué acaba todo. Según acaba de decir la OMS, puede que a finales de enero el 50% de la población europea tenga, o haya tenido, el coronavirus.
Y hombre, una de sus derivadas es… el absentismo laboral, que se ha disparado. Con el INRI de que, por falta de medios en los Centros de Atención Primaria, en algunas regiones parece ser que se están admitiendo las bajas laborales tras simple llamada telefónica indicando los resultados de un ‘autotest de antígenos’. Me temo que mucho ‘profesional de la baja’ va a hacer su agosto… y esto me recuerda mis tiempos de San Claudio, donde en el mes de junio teníamos un absentismo que rondaba el 25%… porque era 'el mes de la herba’.
Por cierto, mi única experiencia con una agencia de detectives (que la recuerdo como un poco ‘sórdida’) fue para tratar de cazar (para ejemplarizar el despido…) a un profesional de la baja… y el informe del detective fue que la baja era tan cierta, que hasta estaba ingresado en el hospital. Malas lenguas comentaron, posteriormente, que un par de días antes había tenido un accidente con el tractor con el que segaba sus ‘praos’… y los ‘praos’ de quienes le contrataban.
En resumen que arrancamos 2022 con la idea de que la necesaria recuperación económica española va a atravesar por enormes dificultades porque, aparte de la ineficiencia (e ignorancia) del gobierno actual, si, cierto que nos podemos poner una medallita por ser el pais europeo con más gente vacunada... pero también es cierto que somos los de peor gestión económica, los de mayor cifra de parados, los de menor tasa de recuperación económica, los que tenemos mayor gasto público, y mayor déficit, con una de las mayores presiones fiscales (y subiendo...)... y ahora los que tenemos mayor absentismo, cuyo coste, naturalmente, se lo van a comer, con patatas, las empresas... y los bolsillos de los trabajadores.
Y encima se ha legislado, 'populistamente', que la baja (o cuarentena) por coronavirus, que en un 95% solo causa una afección leve (como una pequeña gripe), o es asintomática, se deba considerar como ‘accidente laboral’... y por tanto se deberá cobrar un 75% desde el primer día de la baja.
Y para rematar el tema… los precios (luz, gas, alimentación…) están en plena irracional escalada, lo que hace que empecemos la cuesta de enero con un IPC de cerca del 7%… y suponiendo entre 3 y 5 veces más que lo que se estima van a crecer, realmente, los sueldos y las pensiones en 2022. A ver donde va el consumo porque, de hecho, ya se empiezan a ver tiendas vacías y, por supuesto, bares y restaurantes.
Otra gran movida actual son los líos en que nos meten los ‘ministros podemitas’ y, en general, los socios del gobierno, que tienen ‘barra libre’ para hacer y decir lo que quieran, por ignorancia supina o mala uva, perjudicando a España y a los españoles… sin que el Presidente del Gobierno tenga lo que hay que tener para forzar la dimisión, o negarse a amparar, flagrantes actos o dichos que causan un enorme daño.
Y tenemos al ministro de Consumo declarando a la prensa internacional que la carne española es de mala calidad (eso, ahora, que antes ya había atacado al sector turístico, al de los juguetes...), a los de Bildu montando homenajes a los viejos etarras, a los catalanes subiéndose a las barbas con su secesionismo patológico… y el ínclito Pedro Sánchez mirando para otro lado porque claro, si se enfrenta a ellos (en el caso de ‘su’ ministro… si lo 'cesa'), les enfada, le amenazan con romper los pactos electorales… y hay que ir a nuevas elecciones, con lo que se acaba el chollo.
Claro que, por el otro lado, también tenemos las tonterías de niñatos de la cúpula del Partido Popular, negándose a considerar natural lo que es natural: que Isabel Ayuso, en Madrid, es ganadora y lideresa nata, y ejemplo mundial de gestión… y que VOX forma parte de la ‘derecha natural’ española, que cada vez está consiguiendo más simpatizantes… y que no se pueden despreciar (o enfrentar) estos conceptos, si que quiere (porque se necesita) hacer virar este barco para llevarlo a buen puerto.
(Por cierto, y esta es otra, con los progretas, populistas, antisistemas, podemitas, comunistas, feministas radicales, sindicalistas, batasunos y secesionistas catalufos… y la prensa y televisiones actualmente paniaguadas por el poder, todos absolutamente crecidos... a ver la que se puede liar, en las calles, si ganan ‘las derechas’. Vamos, que igual hay que atarse los machos y hacer entrar por el aro, por lo civil o por lo militar, a los que transgredan la Ley, y quieran ‘romper la baraja’).
Termino con la movida de estos días, la del tenista Novak Djokovic, que no se quiere vacunar y ha conseguido (en primera instancia, mediante tretas de sus abogados e incluyendo, al parecer, falsedad en sus alegatos) que un juez le permita quedarse en Australia para disputar el ‘Aus Open’… a pesar de que el gobierno australiano prohibe entrar en su pais a los no vacunados. Espero que, al final, no se lo permitan, por ineducado, insolidario y patán. Que siempre se dijo, entre bien nacidos, aquello de ‘donde fueres, haz lo que vieres’, y no puede haber excepciones a la Ley ‘por su cara bonita'.
Y a su padre, un impresentable que está montando una gran movida mundial contra Australia, hasta comparando a su 'pobrecito hijo' con Jesucristo… que incluso le impidan volver a ese pais, por personaje ‘non grato’.
No es por nada pero a mi, todos los de estas etnias de la zona de la ex-Yugoslavia y la costa adriática (bosnios, serbios, albanos, kosovares…) me parecen muy mala gente (supongo que con honrosas excepciones, claro). Y al imbécil del Djokovic le deseo, lo de su nombre: Novak_cuna… Djo_kovid… que como es un deportista solo sería un susto... que lo merece.
En fin, acabo, que hoy me he puesto en plan ‘vuelapluma’, y ya me estoy enrollando demasiado. Y quiero hacerlo con una sonrisa: si el año 2021 fue el año del Duo Dinámico, por lo que sonó (en los balcones) su canción ‘Resistiréee… erguido frente a toodo…’, a ver si este año es el de aquel estrambótico ‘Duo Sacapuntas’ y conseguimos hacenos unas risas con su famoso ‘Ventidó, ventidó… ventidó, ventidó, ventidó’... que ya va siendo hora.
Por cierto, unos días más tarde, el 16 de enero, Djokovic ha sido, definitivamente, puesto de patitas en la calle, o sea deportado de Australia, por su negativa a adecuarse a las reglas de ese pais. Y lo será durante un periodo de hasta 3 años, revisable en función de la actitud que adopte en el futuro. O sea, un aviso a su padre, y demás impresentables que se creían por encima del bien y del mal. Bravo por el Gobierno australiano...
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