Claro, el primer pensamiento que ha venido a mi mente es o que esta tipa, mintiendo descaradamente, considera que los españoles somos idiotas... o que esta tipa nos está demostrando que el actual Presidente de Gobierno de España es, claramente, el idiota.
Porque no se puede ser tan demagogo, o tan irracional, como para hacer prevalecer el estricto cumplimiento de una orden ministerial sobre cómo se debe planificar la vacunación... por encima de los intereses generales de un pais. E interés general es la protección de la salud del Presidente de la nación, incluso de sus ministros... o es la de proteger la del Rey, y la familia real, o la del (de las…) Presidentes de las Cortes y del Senado, la del jefe del Estado Mayor, etc, etc. … cosa que, por otro lado, ya se hace, respecto a su protección personal, dotándoles de medidas de seguridad y de un amplio despliegue de guardaespaldas.
Pero es que hay mucho personal inculto (bueno, digamos que 'con baja formación y expresando y defendiendo empecinadamente ideas muy poco racionales') que les encanta haber visto al Rey de España haciendo cola, hace menos de un mes, para ponerse la primera vacuna... y argumentándolo con preguntas como ¿Y por qué va a tener más derechos que yo? ¿Y por qué tienen que quitar la vacuna a otro español? ¿Y por qué no vamos a ser todos iguales? y similares… que levantan una polvareda de opiniones demagógicas y crean un malestar general al ver crecer como hongos a gente que se consideran poseedores de las más puras esencias democráticas (o, simplemente, se quieren reencarnar en ‘El Justiciero Enmascarado’)
Porque, vamos a ver, aquí nadie está quitando nada a nadie: simplemente, se está ordenando, de la manera más oportuna, la administración de las vacunas. Que si a nadie le parece mal que se vacune prioritariamente al personal sanitario, o al docente, o a los cuerpos de seguridad, etc, etc (también se ha pedido, por ejemplo, para los bomberos, y los marineros)… tampoco tendría que parecer mal que se vacune cuanto antes a aquellos que representan u ostentan cargos principales, institucionales, o deban realizar obligatoriamente actos de interés general para nuestra nación... porque es lo racional.
Incluso añado más: deberán vacunarse prioritariamente todas aquellas personas que, a título de sus caracteristicas o prestacione individuales, representen, o añadan un efectivo valor, a las relaciones internacionales (y de imagen) de nuestro Pais.
Y viene esto a cuento con la polémica surgida hoy mismo de por qué (dicen algunos…) hay que vacunar a los jugadores de la selección española de fútbol… que dentro de 15 días van a disputar el campeonato europeo. Bueno, pues porque si, porque se han clasificado, porque si dan positivo no pueden jugar, y porque la eventual noticia de una España obligada a retirarse por culpa del coronavirus sería, como mínimo, un jarro de agua fría para las expectativas de ingresos por turismo.
Por
cierto, desde hace más de mes ya se está vacunando a todos los que
vayan a participar en la Olimpiada de Tokio (que empieza dentro de 45
días)… y nadie ha dicho nada. Y, sensu contrario, hace unos días,
al golfista español Jon Rahm, por dar positivo, se le ha obligado a
retirarse en el último recorrido de un prestigioso torneo
internacional cuando iba, brillantísimamente, a ganarlo… y a
embolsarse, según leo, 1,67 millones dólares. Vaya palo...
Lo que me lleva a recordar, otra vez, aquel caso de las infantas de España, que se vacunaron en Abu Dhabi, al ir a ver a su padre, el Rey emérito… y fueron muy criticadas en España. ¿Acaso ’robaron’ su vacuna a algún español? Porque más bien habría que interpretarlo al contrario, que tuvieron la oportunidad de pagarlo, de su bolsillo, en otro pais, y de esta forma, incluso, se borraron de la lista ‘nacional’ y un par de españolitos se podrían vacunar algo antes.
En fin, como corolario del episodio, que a ver si nos dejamos de gilipollismos, postureos y/o falsas interpretaciones y somos un pais serio y, sobre todo, racional.
Que, por cierto, esto de la racionalidad (y la falsa interpretación, en este caso de las propias facultades del ejercicio del poder) habría que aplicarlo muy expresamenet a gran parte de los titulares del gobierno actual. Porque, volviendo a las ‘órdenes ministeriales’, la ultima salida de pata de banco de nuestros ‘inclitos’ es… ¿A santo de qué una orden del Ministerio de Sanidad sobre qué negocios se pueden abrir, o a qué hora cerrar, va a ser de obligado cumplimiento, en todas las Autonomías y regiones, que es donde residen esas competencias... ‘en cuanto lo publique el BOE’?
Consecuencia:
tras el rechazo de varias autonomías (la de Madrid, incluso, con
resolución judicial) la ministra de Sanidad ha tenido que tragarse
sus palabras, y sus amenazas, y rectificar. Claro que a lo mejor fué, simplemente, porque el PNV les amenazó con retirar su apoyo al 'gobierno frankenstein' que nos rige...
Así que qué pena que no prosperase ‘el conceto’, y que (por ejemplo) el Ministerio de Educación obligase, vía publicación en el BOE, a que se estudien los mismos libros de texto en todas las provincias españolas… y por supuesto, en español.
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