viernes, 10 de enero de 2020

Lucubraciones informáticas

He pensado que, ya que este Blog personal lo he calificado como ‘popurri de ideas’, y como ‘variopinto’… no veo por qué no voy a poder hablar (bueno, de escribir) de informática, que me parece más adecuado plasmar aquí las generalidades que se me ocurren (que valdrían para cualquier sistema operativo), que en mi Blog ‘Como ser debianita...’.

Así que vamos al tema y, sobre todo... a lucubrar con sus conclusiones.

Por introducirnos en materia: estas Navidades ‘me cayó’ un moderno disco duro en estado sólido (un SSD, vamos), con el que estoy encantado porque los tiempos de acceso yo creo que se han reducido casi a la mitad de los que lograba con mi HD tradicional, mecánico, que además hacía ruido, se recalentaba... y me puse a investigar sobre cómo mejorar, aún más, las prestaciones de mi viejo (9 años) y querido ordenador de sobremesa.

Que es, vaya por delante, un 'genuino sobremesa’ porque, efectivamente, tengo una ‘minitorre’ ACER Aspire 3910, de reducidísimas dimensiones, lo que me permite tenerlo, muy a mano, sobre la propia mesa de trabajo, y con el que estoy encantado porque, además, como uso Linux (Debian) no estoy condicionado por la interesada política de Windows por la que cada pocos años hay que renovar el PC debido a las crecientes exigencias del software… y me va estupendamente.

Total que, al abrir sus tripas para cambiar el disco duro, descubrí sus mínimas posibilidad de expansión (claro, casi es un ‘barebone’), tanto es así que ni siquiera pude mantener el viejo disco duro, junto con el nuevo, porque no tenía ni conexiones SATA disponibles, ni sitio físico (y fíjate que el SDD es pequeño, 10x7x0,7 cm… y solo pesa 41 gramos), tanto es así que, como ni vibra ni se calienta, ni nada, aunque hay adaptadores (‘caddy drives’) muy baratos, lo dejé, simplemente, pegado con una cinta adhesiva de doble cara. Y así está ya, funcionando perfectamente.

El caso es que ví (y ahora vienen mis lucubraciones, que me enrollo mucho) que la única posibilidad de expansión era una conexión PCI Express libre… y se me encendió la bombillita de las ideas brillantes. Porque, tras una búsqueda por Google, descubro que hay tarjetas PCI Express, a un precio muy asequible, que te sacan dos, o 4, o más conexiones USB 3.0 (incluso 3.1). Y es que como mi ordenador es viejo y solo tiene conexiones USB 2.0, percibo su lentitud cuando copio un volumen grande de datos a un pendrive, o a mis discos duros externos… y, según se publica, la velocidad de transmisión de datos a través de USB 3.0 es, teóricamente, 10 veces mayor que a través de USB 2.0.

Y sería una buena idea porque 
a) mejoraría grandemente mis transferencias de archivos 'de y hasta' pendrives o discos duros externos (yo soy de los que respaldan, periódicamente, con una copia de seguridad (‘backup’) el contenido del PC). Vamos que este esto y el disco SSD... tendría un 'cañón'

b) Podría, si me apetece, pasar mi unidad CDRom interna, a hacerla externa, por USB 3.0 (suficiente, para el eventual uso que ahora le doy, ya ‘mandan’ los pendrives) con lo cual dispondría de sitio, y conexiones SATA, para un nuevo disco duro interno
.
Así que me puse a ello.

Pero hay que hacer un ejercicio mental previo, porque la tarjeta PCI Express necesita alimentación y, según la que compre, podría tener un conector de 4 pins, específico de PCI, o uno ‘molex’ (esos blancos) de 4 u 8 pins, o directamente un conector SATA…

Esto me llevó a olvidarme de las compras por Amazon o, sobre todo, para componentes informáticos, por eBay, donde hay ofertas productos mucho más baratos, e irme a una tienda ‘física’ de Informática y preguntar (y 'palpar', y ver si podrían ser los adecuados) por… 
  • Una tarjeta PCI Express a USB 3.0 (o 3.1). Las hay entre 10 y 20 euros (también mucho más caras. En eBay las hay desde menos de 10 euros, a 15, o más) 
  • Un cable bifurcador de alimentación SATA: sería de una hembra de 15 pins y dos machos también de 15 pins (introduciría la alimentación que va al CDRom en la hembra, y dispondría de dos machos, uno para el propio CDRom y otro para la nueva tarjeta PCI Express (este cable debe costar menos de 5 euros)
  • Y, muy importante, a la vista de la tarjeta comprada, si no dispone de un conector SATA para su propia alimentación, necesitaría comprar también otro cable adaptador que sea ‘hembra SATA de 15 pins al tipo de conector de alimentación que tenga la tarjeta PCI-USB3’ (debería costar, también, menos de 5 euracos)
Con lo cual, por cuatro perras… asunto resuelto.

Bueno no, como en los toros, quedaría rematar la faena con una buena ‘media verónica’: y ésta sería que, como la tarjeta PCI-USB3 estará en la parte posterior de mi minitorre, resultaría muy útil disponer, también, de algún pequeño ‘hub’ bifurcador USB 3.1 (1x4 es suficiente), que podría, incluso, pegar al lateral de mi torre, y así, enchufado el (a medio plazo) previsto CDRom externo atrás, en el ‘hub’ podría enchufar, muy cómodamente, y de forma eventual, hasta 4 dispositivos mas con capacidades USB 3.0 (discos duros externos, pendrives…). Y estos cacharritos los he visto en internet por unos 16 euros, mienmtras en las tiendas 'físicas' no los he visto por debajo de 40 euracos).

(Por supuesto, el teclado, el ratón, mi ‘nano USB Adapter TP-Link TL-WN725N’ que uso para tener también conexión por wifi en mi sobremesa (otra solución, por menos de 10 euros, que me funciona perfectamente), etc. pueden seguir trabajando enchufados a mis actuales USB 2.0.

Y, aunque me estoy alargando excesivamente, aquí llegan a mis reflexiones finales sobre la aventura: 
La primera, que cada vez hay menos tiendas ‘físicas’ de venta de componentes informáticos… y cada vez tienen menos cosas en stock, y tienen que pedirlas. Y para eso las pido yo a eBay o Amazon, que tienen mucha más oferta. Así que habrá que adecuarse a las nuevas modas.

Otra, que comprar una bicicleta, una olla expres o una televisión, por internet, es fácil, pero el problema básico de andar ‘cacharreando’ y comprar 'componentes' por catálogo es no saber cómo se llaman, 'exactamente', las cosas (para poder buscar 'exactamente' lo que necesitas). Pasa lo mismo en las reparaciones de fontanería, que las puedes hacer tu mismo, y serían muy baratas... si sabes que necesitas colocar un manguito de 5/8, o una reducción de 3/4, etc, de ahí que hay que definir muy bien lo que quieres (no obstante, los buscadores de Amazon y eBay ayudan bastante)

Una tercera, que puede haber empleados (en estas tiendas) que no tienen ni idea, y te dicen que lo que quieres no existe, o te ponen toda clase de pegas, a la vez que puede haber otros, amabilisimos, que te abren los ojos. Por ejemplo, mi visita a tiendas me permitió descubrir un concepto importante, en el que no había caido, que es el de que la tarjeta PCI que quería comprar tenía que ser ‘de perfil bajo’, porque mi ordenador (ya comenté que es una minitorre) es muy estrecho, su caja no es la típica ATX, sino miniATX, o slim, y las tarjetas que se pinchen necesitan adaptadores (para atornillar) más pequeños: tienen que ser ‘de perfil bajo’… lo que me condicionaba aún más la búsqueda de la tarjeta 'buena, bonita y barata' que pretendía.

En resumen que, después de haberme pasado un día visitando las principales tiendas-taller que continúan abiertas en mi ciudad, decidí pedir yo mismo ‘sobre catálogo’ (lo que me obligó a familiarizarme un poco más con las conexiones SATA macho y hembra, las Molex macho y hembra, los adaptadores SATA-Molex, el número de pines, etc, etc, para no meter la pata…) y ahora solo queda esperar a ver culminar esta aventura que me ha tenido muy entretenido un par de días y ha hecho mejorar mi acervo de conocimientos informáticos… y que me ha hecho enrollarme, como siempre, aquí.

Así que, como conclusión, insistir en que, siempre... ¡Imaginación al poder!... y que estas lucubraciones mentales, o 'vivencias intelectuales' que tengo, sean de informática, de fútbol, de la situación política, de aspectos culturales, históricos o gramaticales, de los 'antiguos alienígenas' que nos visitaron y conformaron, o de costumbres sociales, y hasta de religión, o de fe… ayudan a tener engrasadas las meninges. Y de eso se trata. 
(Y además, el tener que teclearlo no deja de ser, igualmente, un buen ejercicio para la artrosis)

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