Están próximas, un año más, estas señaladas fechas, y toca, un año más, hacernos una íntima limpieza interior, elevar nuestro espíritu y desear a todo el mundo las mejores venturas.
Y en mi caso, desde este Blog, toca hacerlo a mi ‘amigo invisible’, si es que hay alguno. Y si no, pues ‘et ça... pour les employés’, que es una frase que siempre oí decir, en mi casa, cuando querías dejar algo, fuese o no fuese aprovechable, emulando esa célebre frase que, evidentemente en plan ‘grandón’, se decía en los Casinos cuando alguien dejaba una buena propina.
Descubro, en el Sumario del Blog, que esto de dedicar una entrada a felicitar la Navidad lo vengo haciendo desde su inicio, en 2014, ‘como impulso espontáneo’, en decir sin, mayormente, proponérmelo, pero haciéndolo tan gustosamente que este año ya me veo obligado a ello e incluso, no habiendo logrado frenar mi prematuro impulso, lo hago con bastante adelanto. Solo fallé curiosamente, el año 2015.
Y quizás fuese porque 2015 terminó de forma algo 'rarilla', o turbulenta, porque, muy avanzado diciembre, cuando ya deberíamos estar imbuidos en el espíritu navideño (y en la proximidad del Gordo de Navidad) la verdad es que estábamos votando, hubo Elecciones Generales en España el domingo 20 de diciembre y yo entonces estaba, cuando menos, confuso, fue la primera vez que voté parcialmente, y sin muchas ganas, como comentaba en este mismo Blog.
Pero este 2019 ya he dicho que voy a obligarme a ello, aunque también fue un año muy rarillo, y muy confuso, tanto políticamente (y así seguimos), como a nivel personal, porque por primera vez me sentí deprimido al percibirme, íntimamente, ‘viejo’, he pasado dos veces por el quirófano y en fin, todo aquello de lo de ‘Estos Fabio, ay dolor, que ves ahora/campos de soledad, mustio collado/ fueron un tiempo Itálica famosa’ que comentaba en su día.
Pero aquí estamos, sacando pecho, y fuerzas de flaqueza, y tocando madera porque, caramba, hoy es 'viernes 13', para desear, de todo corazón, un año más, Paz y Properidad para todo el mundo. Bueno, sobre todo para 'los buenos', que seguro que, por lo menos, lo agradecen.
Y es que en este mundo actual, tan de ‘influencers’, estamos muy mediatizados, ideológicamente, por una serie de movimientos políticos 'frentistas', algunos muy reprobables, de moda. Y a mi, personalmente, me toca las narices oir los rollos (cuyo trasfondo económico y/o sectarista es bien claro) de tantos fanáticos del cambio climático, o de las feministas de género, o de las 'manadas mediáticas', o de los plurinacionalismos y las ambiciones y mediocridades de nuestros ‘dirigentes y dirigentas’ de medio pelo (y de media peluca), etc, etc.
O sea que, por el gran déficit, que hay, 'de valores’, y el consecuente superavit de incultura y demagogia… hay bastante gente, bien por borrega, o bien por aborregante, que es para echarles de comer aparte.
Así que esta año, la imagen que, a modo de ‘christmas’, acostumbro a añadir a esta entrada navideña, no me llevado nada de tiempo pensarla. Sera ésta...
Y hala... hasta el año que viene (por cierto, olímpico... y bisiesto)
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