Facebook

No soy nada partidario de las redes sociales, odio, ya lo he dicho alguna vez, tanto el ‘feisbuk’ como el ‘tuiter’, creo que son ejemplos muy claros de una red que nos atrapa, al modo del famoso Gran Hermano (me refiero al de Orwell, no al de Telecinco…). Y es que entre el Big Brother, las Tecnologías de la Información, el Data Warehouse y la explotación ‘macro’ de gustos y tendencias personales, etc, etc, se está tejiendo una telaraña universal que no se a dónde nos va a llevar.

Bueno, por un lado si que intuyo dónde nos puede llevar, y me recuerda aquella entrada de este Blog, a principios de este año, sobre cómo domesticar cerdos salvajes. Y es que es inquietante pensar en qué pasaría si, de pronto, se suspendiesen todas las conexiones y quedásemos todos sin Google, sin Whatsapp, sin smartphones…

Pero aún más inquietante (y, sin embargo, apasionante…) es lo que he leido/oido últimamente sobre Facebook, y su división ‘Facebook Reality Labs’.
Y es que, si nos plantamos, como punto de partida (que además avanza a velocidad exponencial) en una situación donde...

• La conexión a internet será pronto un bien gratuito, y universal (de hecho, en estas próximas elecciones en Reino Unido, el candidato laborista Jeremy Corbyn promete internet libre en todo el pais)
• La velocidad de las conexiones va a crecer de modo escandaloso (todavía recuerdo mis primeras experiencias en internet, hace unos 20 años, con un modem que era de unos 56 kbps)  y el tener, no ya en casa, sino en cualquier punto de una ciudad, redes 4G (y, en breve, el 5G, a 20 Gbps), luego el 6G (que tendrán una velocidad de unos 1000 Gbps, y seguro que seguirán nuevas generaciones, la 7, la 8, la 9...) nos abre, sencillamente, un mundo nuevo… que llegará ‘pasado mañana’ (antes del 2030).
• Y, ahora, añadamos los avances, también exponenciales, que se esperan en tecnologías que ya están aquí, como la ‘realidad virtual’, o ‘la realidad aumentada’, en los procesadores, etc, etc.

… y lo que resulta es que los expertos en I+D de Facebook, o sea división Facebook Reality Labs, ya están trabajando en un gran proyecto en el que, a esas velocidades de conexión, es factible crear y mantener lo que llaman ‘lives maps’ (o 'mapeo del espacio en tiempo real'), con millones de datos manejados 'en directo' (online), lo que permitiría que un usuario pueda proyectarse a otro lugar (que mantenga activo su 'live map') con un holograma de su propia persona y que, a través de la realidad virtual, y de la realidad aumentada, poder interactuar con las personas que estén en ese otro lugar... 'como se estuviese allí').

En una palabra: una persona que viva en Oviedo podrá estar presente, por medio de su ‘avatar’ (su ‘doble’ holográfico) en una reunión que se esté celebrando en Nueva York… y participar activamente en ella. Incluso cenar con ellos, paladeando ('virtualmente') la comida. O, como otro ejemplo, puedes proyectar tu holograma en El Corte Inglés, recorrer sus stands y, dirigiéndote a un empleado, comprar lo que quieras, y que te lo manden.

Decía yo que esto era inquietante… y apasionante, porque, caramba, si esto en lo que ya trabaja Facebook está muy identificado con mi teoría, la que tantas veces he expresado en este Blog, sobre el avatar, la teoría de los viajes astrales, la teoría de que nunca podremos viajar a una estrella que esté a 1000 años luz, si no es proyectando nuestro avatar, la teoría de los viajes en el tiempo, etc, etc.

Quedé muy impresionado. Por eso me apasiona seguir viviendo, por ver hacia donde vamos.

Y, cada vez lo tengo más claro, somos un avatar que se aloja en un cuerpo físico, pero que podríamos pasar a 'flotar' en otra dimensión, o a alojarnos en otro cuerpo, o en un cuerpo ‘virtual’, como un holograma, porque nuestra 'realidad verdadera' no es el pertenecer al reino Animal y ser un ‘cordado, vertebrado, tetrápodo, mamífero, placentario, primate, homínido, del género Homo y especie Homo Sapiens’… que solo es la materialización aparente, sino que 'somos' nuestro ente interior, o avatar. Porque nuestra esencia es ser 'entes espirituales', o ‘ángeles’.

Madre mía...