Hoy me apetece hacer unas reflexiones a vuelapluma al hilo de la irrupción del partido político VOX en el panorama nacional. Y es que el fenómeno es espectacular, todo indica que ha recogido el sentimiento (y/o la indignación) de muchos miles de españoles ‘normales’ que están (estamos) hartos del panorama político y social actual… y la gente les está correspondiendo con su aceptación, porque pueden ser el gran revulsivo para corregir el ‘hacia donde va a España’ que a tantos nos preocupa.
Decía yo hace unos meses, en una entrada a este Blog que titulaba ‘La gota malaya’, que hay dos enfoques de acción política. Uno, el ideológico, que se basa en una firme ‘hoja de ruta’, y otro, el ‘coyuntural-especulativo’, que es el que, desgraciadamente, siguen desde hace años nuestros partidos nacionales, cuyos objetivos (y principios) pueden ser cambiantes, para acomodarse a las circunstancias de cada momento. Y que como el que pierde siempre suele ser el no sigue un guión, y se dedica a cambiar de principios según le soplen los vientos… quien tiene todas las de perder es nuestra querida España.
También mencionaba, en la indicada entrada del Blog, algunas ideas que se me ocurría que deberían introducirse en la política nacional para devolver a España el sentimiento y respeto de ser ‘el pais común de los españoles’. O sea, para impregnarnos en un ‘nacionalismo español’ semejante al que, respecto a sus propios paises, tienen otros muchos ciudadanos del mundo.
Hace unos días leí, en su web, el programa electoral de VOX-España. Y resulta que, de sus 100 puntos, estoy de acuerdo con, al menos, 90. Porque son de sentido común, pragmáticos, buscando evitar despilfarros y/o agravios comparativos, y además tratando de erradicar ‘postureos’, demagogias e ideologías de género, o excluyentes. Vamos, que son muy normales, y nada extremos: con una idea clara: lo primero, España y los españoles.
Recientemente, en Andalucía se produjo la primera gran irrupción de VOX, obteniendo 12 (de 109) escaños y siendo la llave para que, después de 40 años de mamandurrias, ‘la Pesoe’ y sus paniaguados abandonen el poder. Curiosamente, VOX lleva ya varios años 'en la palestra', pero obteniendo resultados muy marginales, todavía recuerdo aquel gran ‘spot’ de ‘el misterio del elefante’ que tan bien explicaba (en 2014) Alejo Vidal Cuadras.
Pero esta aparición estelar de VOX en el panorama político ha activado la tentación, en las fuerzas ‘de izquierda’, de crear un gran cordón sanitario, y un gran montaje mediático, para excluirlos. Y así, se les tacha y considera como de la detestable extrema derecha (por supuesto, no consideran detestable la extrema izquierda), son insultados por partidos políticos ‘democráticos’ que les consideran apestados, por ultras y fachas… pero la verdad es que cada vez hay más españoles que les aprecian y que, evidentemente, por más que los progretas y sus medios les hagan una campaña vociferante y perversa... estamos hablando de ciudadanos normales, no de ultras ni fachas.
No se qué va a pasar esta primavera, con las elecciones Europeas, Autonómicas, Locales… y a saber si Generales, pero se augura un gran revuelo… y más de un ‘sorpasso’.
Sin embargo, hay algo que, estos días, me ha hecho torcer el gesto: por un lado, el indignante comportamiento de Ciudadanos, negando el diálogo, e incluso el saludo, a VOX, no obstante necesitar sus votos para gobernar, con el PP, en Andalucía. Y negando, incluso, los acuerdos de acercamiento que el PP pueda hacer con VOX. Vamos, que quieren ir de señoritos que no se quieren manchar con lo que siguen llamando ‘la ultraderecha’… no obstante, como decía antes, de representar a más de 400.000 andaluces, y posiblemente a varios millones de españoles. O sea, practicando el veto a otras ideas, y vanagloriándose de ser ellos los portadores de las esencias de la democracia.
Solo hay una palabra: indignante comportamiento el de un partido que yo creía demócrata y liberal.
Pero también torcí el gesto cuando, en las negociaciones para pactar el necesario apoyo de VOX a un gobierno PP-C’s… veo que los de VOX se ponen chulos y plantean unas exigencias de máximos… completamente fuera de lugar. Vamos, que en vez decir algo tan sencillo como que apoyan un gobierno de cambio, poniendo como única condición la exigencia de que se les respete, y se les defienda, como partido democrático… y de que ya se hablará, durante la legislatura, de acercar posiciones a su programa… se ponen a ‘pendulear’ yendo a planteamientos extremos, algunos inasumibles, que ponían en peligro cualquier pacto de gobierno. Menos mal que, tras dos o tres días de aguantar el órdago... se avinieron a pactar con el PP cosas más razonables.
Para mi gusto personal… malo, también, su planteamiento inicial: porque creo que lo que esperamos muchos españolitos no es un partido radical, sino un partido que defienda cosas normales, y de cajón: por ejemplo, que no se rompa España, que se pare los pies a los independentistas, que se regule y controle la inmigración, que se defienda el idioma español, que se defienda a la familia, que se unifique la educación de los niños...
(Y, por supuesto, que nos haga olvidar de una puñetera vez de la revanchista Ley de Memoria Histórica, y de las influencias de la ideología de género, que se legisle que hombres y mujeres son iguales ante la Ley, sin machismos ni hembrismos, que haya un respeto hacia los símbolos, y los valores, de la Constitución, así como a la religión católica, tan vinculada al mundo occidental en el que nos toca vivir, que se frene el despilfarro, que se reduzca (fusionándose) el número de ayuntamientos, y de puestos políticos, y de chiringuitos semi-oficiales, que bajen y se igualen los impuestos, etc, etc, etc).
El caso es que, en estos momentos, el PP (que debo decir que, en el tema andaluz, es el que mejor se ha comportado, en su papel de buscar consensos) ha conseguido atraer el voto de VOX… pero Ciudadanos, que para mi que han perdido el norte, sigue empeñado en tratar a VOX como apestados de ultraderecha. Y muchos medios de comunicación, afines al PSOE y/o a la izquierda más radical, también. Incluso, lo que es muy grave, apelando a las movilizaciones. A ver qué pasa... que la izquierda española suele tener un muy 'mal perder'.
Total, que vaya democracia (o vaya personal…) Vergonzoso, porque, como decía al principio, todo indica que hay un clamor popular de apoyo a VOX, que hay mucho español ‘normal' indignado, harto de supremacismos, progresismos desfasados, exclusivismos, feminazismos, fascismos de izquierda, etc... que, presumiblemente, les votemos esta primavera, a poco que no hagan el tonto y demuestren no ser extremos… y a esperar (y aceptar) los resultados de estas votaciones. A lo mejor, junto con el PP (porque Ciudadanos se está retratando demasiado...) cambia el pais… a mejor.
Y es que, como dice la máxima… Vox Populi… vox Dei.
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