Un acto político significativo, durante este mes de octubre, ha sido el desarrollo de la ‘moción de censura’ contra el gobierno propugnada por VOX y ya anunciada en el mes de julio… cuyo resultado fue la estrepitosa derrota del ‘propugnante’, por 298 votos en contra, y solo 52 a favor. O sea, todos contra VOX.
Habría que empezar diciendo que la moción de censura, en la legislación española, al ser ‘constructiva’, no es más que una trampa saducea, porque lo que a la postre se vota no es la crítica a un mal gobierno, sino si se acepta el programa alternativo de gobierno que presente, en la moción, el ‘censurante’ (y la alternancia en el mando, claro). Con lo cual, si el actual gobernante ‘tiene bien armada la bolera’, o sea, bien ‘untada’ su mayoría, nunca puede temer por el resultado… salvo que le traicionen sus socios, como le pasó (¡Cómo no…!) a la derecha del ínclito ‘don Tancredo’ Rajoy Brey.
Así que la moción iba discurriendo por los caminos previsibles, criticando a VOX, tachándose de inoportuna, de simples ganas de la ultraderecha de armar bulla… y aquí me toca hacer un alto para denunciar que no se cómo se permite tachar (siempre) a VOX como ‘la ultraderecha española’… y nunca se habla de que estamos rodeados por partidos de la más pura ultraizquierda, como Podemos, Bildu, extremistas catalufos… ¿Será por que no se consideran españoles?- Y, lo que es peor… son quienes tienen las riendas del gobierno de la nación…)
Pero prosigo: Hablando del candidato de Vox, Santiago Abascal… la verdad es que a mi no me gustó. Bueno, su discurso me gustó en el ‘fondo’... (la necesaria crítica al gobierno social-comunista, y sus ineficacias dolosas) pero no en la ‘forma’. Y es que, siendo muy contundente, efectivo y exacto, en sus críticas al gobierno, y anunciando, en primer lugar, que si prosperaba la moción de censura, convocaría, en tres meses, elecciones generales para que hablase el pueblo español… ahí debió haberse quedado… y punto.
Pero no, no se si por ‘chupar cámara’, o por disfrutar de su momento de gloria, alargó hora y pico más su discurso hablando de ‘su programa de gobierno’ (que no tocaba, había anunciado elecciones…) con alguna ideas patrióticas, vale, pero también populistas y, sobre todo, con un rollo patatero infumable de su programa político internacional, reclamando la soberanía nacional, criticando a la Unión Europea, a Soros, a China, a la economía de escala y a la globalización… que no solo no venía a cuento sino que a los españolitos de a pie, que tenemos a nuestras espaldas una pandemia, y una crisis económica galopante… nos importaba, en aquellos momentos, un pimiento.
Aunque lo mejor quedaba por ver cuando al día siguiente actuó, por el PP, Pablo Casado. Y Casado estuvo al revés: muy bien de 'forma'… pero muy mal de 'fondo'. Porque anunció que el Partido Popular también votaba NO (es decir como los socialistas, podemitas, separatistas vascos y catalanes…) y, además, en su brillantísimo discurso (muy aplaudido por toda la Cámara) no sólo colocaba al PP, en la misma parte del ‘cordón sanitario’ con el que la izquierda, tradicionalmente, aislaba a la derecha… sino que profirió abundantes ofensas personales contra VOX, y contra el propio Abascal, a quien no solo trató de desagradecido, por haber vivido 15 años de un sueldo del PP sino que, sobre todo, le cruzó la cara con la injusta (casi canalla...) frase de que VOX estaba (sic) "pisoteando la sangre de los españoles víctimas del terrorismo"… quizás porque Abascal había contestado a los de Bildu leyéndoles los nombres de las 850 víctimas de ETA.
Titulaba yo, entre interrogantes, lo de ‘fuegos de artificio’ porque, una vez pasado ese trance de la moción de censura, que se tomó ‘como algo pintoresco’ (y la prensa se encargó de pintarlo así, y de criticar a la ‘ultraderecha’), todo vuelve a su cauce, seguimos con la ‘Nueva Normalidad’ que comentaba el otro día, y con la pandemia ‘disparada’, confinamientos, restricciones, toques de queda, estado de alarma… (esta vez, ‘maniobreramente’, el gobierno se ha puesto ‘de perfil’, y lo deja todo en manos de las Autonomías), aún faltan tres años para concluir la Legislatura… pero para mi que quedaron en el ambiente dos grandes incógnitas:
La primera es si Casado se ha pegado un tiro en el pie. Porque estuvo, en mi opinión, tan desmesurado, y tan en contra del sentir emocional de muchos de los votantes del PP (del 50 al 70%, según encuestas) que no se qué va a pasar en próximas elecciones. Y es que es claro que “las ofensas las olvida fácilmente quien las comete, pero son muy difíciles de olvidar por quien las recibe”. Y PP, con VOX, y Ciudadanos, forman hoy, el bloque constitucionalista, y de centro-derecha español que debería, unidos, intentar rescatar a España de los desmanes de una izquierda muy radical, muy populista, y muy en contra de valores muy firmes de nuestra Constitución… que nos lleva a la ruina económica y de valores.
Y la segunda es, realmente, una carga de profundidad que me inquieta. Veamos… ¿Por qué Abascal tiró tantas piedras al globalismo, a los tecnócratas de la Unión Europea, a Soros…? ¿Y por qué Casado entró ‘tal a degüello’, a separarse de sus socios en gobiernos de derechas? ¿Será que hay alguna consigna de los altos poderes fácticos (ya sabes, el Club Bildemberg, los grandes holdings, las grandes fortunas… estamentos con los que el PP siempre ha estado coqueteando) para ahogar con un cordón sanitario a VOX, y evitar que coja peso y se una a las ideas de regreso al soberanismo de paises como Polonia, y Hungría, o de los movimientos nacionalistas emergentes de Francia (Le Pen) Italia, etc. que están empezando a inquietar al ‘establishment’ oficialista…? ¿O a los progretas globalistas que se quieren cargar al Trump del ‘America first’...?
Incógnitas inquietantes, tras unos aparentes 'fuegos de artificio'. Y aquí lo dejo...
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