Ya estamos, de nuevo, inmersos en otra campaña electoral, que en muchas regiones será triple (europeas, autonómicas y locales). Y de nuevo, sin quererlo, los españolitos de a pie, aunque no tengamos ni arte ni parte en el tema, nos ‘politizamos’ un poco. Sobre todo los que, como yo, nos preocupa el cariz que han tomado las elecciones generales, encumbrando en el poder a un Pedro Sánchez, a quien considero un arribista sin principios, salvo los de su ego personal, en principio durante los próximos 4 años, que a saber qué pacta, y con quién... y a donde nos lleva.
El problema de base es que, en primer lugar, la ‘derecha’ española se ha tornado cainita, con tres partidos, Vox, PP y C’s disputándose el voto conservador, y masacrándose entre ellos. Y, en segundo lugar, que la ‘izquierda’ española, con un PSOE de Sánchez explotando, desde el poder, el populismo y el frentismo (que viene la derecha ‘trifachita’...’, etc, etc.) y con Podemos e IU disputándoles el voto a partir de la radicalidad y el rupturismo, está muy escorada a la izquierda.
Lo que conduce a las viejas dos Españas, a remover fantasmas del pasado y aflorar el revanchismo de la guerra civil: vamos, a dar prioridad nacional a la Ley de memoria histórica, a la exhumación de los restos de Franco, a la eliminación de símbolos y reconocimientos del régimen anterior, como calles o títulos honoríficos concedidos ‘ad personam’… aparte de a potenciar los manidos mantras de las políticas ‘de género’, de la guerra de clases, del republicanismo (pero ojo… con las banderas de la 2ª República, la del frente popular, y la guerra civil), etc.
La cuestión es que, actualmente, el C’s de Albert Rivera intenta disputar el centro, y el centro-derecha, al PP de Pablo Casado. Y éste, intenta picotear tanto a su izquierda (C’s) como a su derecha (Vox) de manera que, en mi opinión personal, parece un pollo descabezado. Cosa que, aunque yo no voté esa opción, tras el desencanto generado por el PP de Rajoy, lo lamento. Y, por lo tanto, nadie disputa al PSOE un nicho (que creo importante) de votos, que es el del votante de centro-izquierda… y la ‘izquierda moderada’ no tiene más remedio que unirse a la radicalidad del actual PSOE de Sánchez.
Pero yo tengo (o mejor, propongo) la solución: que lo que necesitamos en España es que se cree un nuevo partido. Y hasta le puedo poner el nombre: el SyD (Socialismo y Democracia).
Y este partido debería poder acoger en su seno a un importante número de votantes de la izquierda moderada, la famosa socialdemocracia que tanto repunta por Europa. Es decir, gente con ideas socialistas, vocacionalmente 'de izquierda', democráticamente respetables… pero que a su vez, y también democráticamente, entiendan que deben respetar el que haya otras gentes con distintas ideas, más conservadoras, o 'de derechas'... y puedan convivir pacíficamente con ellos, con ideas positivas para mejorar España, sin frentismos ni demagogias baratas. Estoy hablando de personas como pueden ser declarados socialistas como Joaquín Leguina, o Joaquín Almunea, o Francisco Vázquez, viejo alcalde de la Coruña, o Javier Solana, o el propio actual Felipe González, Nicolás Redondo hijo... que saben que ‘la transición’ española se basó en una palabra que puso de moda el Rey: ‘CONCORDIA’
Y con la Concordia, y la Constitución, como referentes-clave, seguro que las hipotecas actuales de índole separatista, y de índole ‘de género’, desaparecen, y nos ponemos todos ‘a levantar España’.
Así que el panorama político que veo idóneo es bastante claro: Un partido de derechas (Vox + parte de PP), uno de centro-derecha (PP y C’s… salvo que se dividan en un partido democristiano y otro liberal) Un partido de centro-izquierda, socialdemócrata (el propugnado SyD) y un partido izquierdas (mezcla del PSOE radical y de clase que propugnan Pedro Sánchez y los de Podemos. El problema está en que las facciones socialistas, que veo claro que se tienen que escindir, no querrán abandonar sus siglas históricas… aunque, francamente, a mi me parece que eso de ‘Partido Socialista Obrero Español’ está, ya, muy obsoleto (y de dudosa ‘memoria histórica’).
Y de esta forma, estoy seguro que el actual mal influjo de los partidos separatistas catalanes y vascos… disminuirá muy sensiblemente.
Y, aunque se me vea el plumero, no quiero acabar sin una anécdota, a cuenta de los partidos soberanistas: hoy lo que más se comenta es que en Barcelona deben estar contentos, porque ayer consiguieron la independencia: si, porque 'ya están fuera de Europa'…
Y es que el Barça se las prometía muy felices, viniendo a Madrid a jugar (y ganar) la final de la Champions League… y a armar un akelarre separatista en plena capital de España, hollando los lugares más icónicos del Real Madrid (la Cibeles, el Bernabeu…) y de la capital de España. Pero el Liverpool les endosó, a la vuelta, en su Anfield, un 4-0 y del '¡Si, si si, nos vamos la Madrid!' que cantaban a la menor ocasión, hemos pasado al ‘meme’, parangonando la famosa frase del mosso d’Esquadra a un partidario de la República catalana de… ‘¡La Champions no existe, idiota…!’
Y es que creo que, hartos del supremacismo catalufo, y sus continuos insultos a todo lo español… se alegró toda España.
No hay comentarios:
Publicar un comentario