Hoy
voy a hablar de mi. De mi experiencia vital. Profesionalmente, yo me desteté en el ámbito de la Consultoría. Y ahí adquirí
una serie de conceptos que, por su idoneidad, los aplico en muchos aspectos de la vida… hasta el punto de que creo que tengo algo de 'deformación profesional' en mis planteamientos.
Por más que no, porque yo más bien diría que lo que aplico son… ‘fundamentos’, que te sirven para andar por el mundo, o para poner un poco de racionalidad.
Y, como me parecen buenos, a la hora de etiquetar esta entrada del Blog tengo claro que debe hacerse en el epígrafe de 'Cultura'… porque las vivencias son una gran fuente de enseñanza, y por tanto de poso cultural.
Por ejemplo, hay que conocer el Principio de Pareto, o distribución ABC, o ley del 20-80, un concepto simple, y universal: en esta vida, aproximadamente el 20% de las causas producen, aproximadamente, el 80% de los efectos. Lo que conduce a pensar que siempre hay ‘pocos vitales y muchos triviales’.
Y que, por tanto, hay que dedicar tu tiempo a ocuparte, primero, de lo vital (los ‘A’)… porque así resolverás cerca del 80% de tus problemas, y dejar lo trivial (los ‘B’ y sobre todo los ‘C’, que suelen suponen cerca del 50% de las causas y solo un 5-10% de los efectos), para más tarde.
Evidentemente, hay que tener la suficiente ‘claridad de espíritu’ para saber qué es vital y qué trivial. O sea, cuales son 'las pocas cosas que influyen mucho', y cuales 'las muchas que influyen poco'.
Por eso la curva, o distribución, ABC debería ser asignatura de obligado conocimiento… y desde luego en la economía doméstica.
Otra idea básica es la del 'concepto de control’. Para controlar hay que medir... y todos sabemos medir. Pero ‘controlar algo’ requiere algo más: básicamente, requiere definir un estandar aceptable, comparar la medición real con ese estandar y, si es caso, saber corregir las desviaciones, pensando y ejecutando las acciones oportunas. Esto es 'controlar'.
Y también debes saber que si lo que mides es la realidad ya acontecida, las acciones o correcciones serán... 'para la próxima vez'. Así que, si en vez de esperar a medir al final, vas haciendo previsiones de cual va a ser, a ese paso, el resultado real final... podrás ejercer pre-acciones correctoras, e ir llevando las cosas, mientras se van produciendo, hasta el resultado apetecido.
Por ejemplo, si vamos 10 días de vacaciones… ¿A que conviene que nos fijemos un presupuesto de gasto… y ver qué llevamos gastado tras los 5 primeros días?. Así que preguntémonos: ¿Verdaderamente controlamos ‘todas’ nuestras situaciones?
Vaya, ya me he enrollado, porque de lo que quería hablar hoy era de otro de los ‘fundamentos’, de la ‘Ley de los 5 minutos’.
Esta Ley viene a decir que la percepción que se tiene de ti (que no es la que 'TU' tienes de ti mismo), siempre que te relacionas con otros, es la que configura tu interlocutor durante (aproximadamente) los primeros 5 minutos. Y esa percepción, si es positiva, te va a ayudar a que destaquen menos tus 'fallitos' posteriores, porque te confiere cierto 'halo' de ser un tío majo.
Bueno, vale, si luego 'la cagas', o ya te conocen de sobra... la cosa se te puede complicar, claro. Pero los 5 primeros minutos son fundamentales. De ahí la importancia de esforzarse en tener, por lo menos, la culturilla necesaria para no quedar, de entrada, ‘en fuera de juego’.
Y esto hay que aplicarlo a todos los aspectos de la vida: por supuesto en estos primeros 5 minutos entra la 'pinta' con que te presentas, tu comportamiento general inicial, tu vocabulario, tu ortografía, si te presentas por escrito, cómo te expresas (no hay más que ser forero para darse cuenta de ello), etc, etc.
Vamos, que hay que darle importancia a esos primeros 5 minutillos. Y si puedes tener 'cinco brillantes minutos'... pues mejor que mejor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario