sábado, 7 de enero de 2017

La teoría del Avatar

Siempre oí decir aquello de ‘afrontar los avatares de la vida’, es decir, sus visicitudes, sus circunstancias… y eso creía que significaba la palabra ‘avatar’. Pero se me ocurrió verlo en el DRAE y si, así es... pero también significa (y esa es la procedencia, desde el sánscrito, de la palabra) ‘reencarnación divina’, ‘transformación’… Y con esa acepción parece ser que, igualmente, se usa.

Y aquí voy a soltar un primer pensamiento inquietante: yo no soy practicante, aunque a veces oigo alguna misa, o funeral, etc, quizás porque me lo pide el cuerpo, y me gusta ahondar en algunos pasajes. Y ayer por la mañana, oyendo, aun medio dormido, una misa por la radio, me di cuenta de que que el famoso Credo, que no es otra cosa que una declaración de principios ideológicos (o ’profesión de fe’), que se usa desde el siglo V, de una persona católica, define perfectamente a Jesucristo como un avatar.
A ver… “...engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajó del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre...

El caso es que ayer, a la 1 de la madrugada, zapeando por la tele, me topé con los últimos 5 minutos de la película 'Avatar'. Me dió pena no haberla visto entera, y pensé en descargármela, pero luego pensé que qué pereza... porque, aunque no venga mucho a cuento, voy a decir una cosa de mi: que cada vez me estoy volviendo más conceptual, y más amante de limitarse a decir lo concreto, sin más rollos descriptivos o patateros, y por eso odio los libros, y las películas, que necesitan 500 páginas, o 180 minutos, para contar una cosa. Me parece una concesión, o exigencia, comercial. Por eso leo poco, o nada, y me aburren las pelis.

Pero eso si, las neuronas me funcionan, así que me fui a la cama pensando en esos 5 últimos minutos donde, en esencia, muere un ‘terrestre’ y revive el avatar. Y, aunque (al parecer) no tiene nada que ver con el argumento del filme, por la noche, en sueños, siguieron funcionando mis neuronas y esta mañana me levanté apeteciéndome esbozar mi teoría de los avatares.

Y esta 'Teoría del Avatar' empezaría así: imaginémonos un mundo paralelo, de avatares, que no serían otra cosa que una especie de almas, o ángeles, que se introducen en los cuerpos físicos para dar vida al ser humano...

De alguna forma, ejercen el papel de ‘soplo de vida’ de los seres. Entre ellos hay avatares especiales, muy selectos, que son los ungidos, o iluminados (es curioso, eso es lo que significa ‘mesias’, ‘lama’, ‘buda’…), que se pueden encarnar en seres tan significativos como Jesús de Nazaret, pero también como Siddharta Gautama, o Apolonio de Tiana, o Zoroastro/Zaratustra, o los védicos Mitra y Varuna, o el Dalai Lama, etc, etc.

Porque hay toda una jerarquía en el mundo de los avatares, que son entes intemporales, que ‘modulan’ la existencia temporal de los seres vivos aquí, en la Tierra… y en vete tu a saber qué otros planetas. Vaya, esto tiene ciertos parecidos con las ancestrales teorías sobre los ángeles ¿no? Y, como en éstas, existen roles específicos (a saber quien los reparte, seguramente un poder superior, 'existencial' (sin principio ni fin), llamémosle Dios…) unos muy trascendentes, otros históricamente significativos (gente preclara) y otros, el resto, como ‘tropa de a pie’ o, mejor dicho… como avatar con misiones trascendentes en entornos restringidos, sean una familia, un grupo, una ciudad...)

Luego, con la muerte, nuestro avatar vuelve al ‘mundo de los avatares’, una especie de magma intemporal, y sigue presente en ese mundo paralelo de 'soplos de vida'.

Y es en este entorno donde se pueden entender perfectamente las conexiones de seres vivos con otros, ya desaparecidos, la ancestral ‘protección’ de un abuelo a sus nietos más queridos, el amparo que se presiente de seres entrañables, ya fallecidos, incluso las reencarnaciones, o los ‘dèjá vu’. Son conexiones ‘entre avatares’.
Además... ¿qué es eso de los 'viajes astrales', sino un 'paseo' temporal por tu avatar... que puede observar tu cuerpo desde fuera?

Y, por cierto, también se puede entender la relación especial (sin duda, otro tipo de ’conexiones de avatares’) con animales que tenemos como mascotas.

Así que esta es mi teoría: los seres de nuestra dimensión somos la suma de un cuerpo físico, que se crea y se destruye, y un avatar, eterno, que le insufla la vida.

Posiblemente, en el futuro, el cuerpo físico podrá ser reemplazado por prótesis o mecanismos más efectivos, sean exoesqueletos… o ‘robocops’. Y también podríamos enfrentarnos contra máquinas, que tendrán el mismo, o similar soporte físico, pero su avatar será un software dotado de inteligencia artificial.

Apasionante… pero esto ya es ciencia-ficción. Lo de los avatares, sin embargo, como concepto integrador de teorías creacionistas, ya me gusta más.

Pero, dentro de la trascendencia conceptual, me surgen otras preguntas… ¿Qué es el Universo? ¿Y los agujeros negros? ¿Y la materia oscura? ¿y el alma, o los avatares? Y… ¿Quien creo (y cuando...) estas cosas? ¿Y por qué, y hasta cuando, somos la especie terráquea dominante? ¿y quien nos sustituirá? 

La madre que lo parió… Vaya lío.

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