Hoy me siento un poco mustio, quizás la astenia primaveral, y me dió
por pensar en cuanta gente (amigos entrañables) de mi edad, o más
jóvenes, ya han desaparecido y ahora son eso... nada más que un
recuerdo. Así que me entraron ganas de escribir y este recuerdo...
va por ellos.
En mis años mozos (bueno, y ahora...) pasaba los veranos en mi pueblo, costero, del Oriente de Asturias. Y
nuestra pandilla era 'la de los veraneantes'. Entonces, que aún no
había explotado el boom turístico en el Norte de España, el
veraneo era largo (no la semana o quince días actuales), viajabas
poco menos que hasta con baúles porque 'el Norte' era (y quizás es)
un destino de descanso 'para ricos y jubiletas', en el sentido de que
en 60 días tenías, y más o menos aleatoriamente, de todo: 15
magníficos, 20 nublados, 20 o 30 con lluvia y frío... y la
convivencia era muy continuada.
Y éramos el 'alma mater' de las fiestas, que había muchas, en el
sentido de que 'la pandilla de los veraneantes', que la formábamos,
a menudo, más de 30 personas, animábamos el cotarro y, por decirlo
así, abríamos (y cerrábamos...) las verbenas, kermesses, cenas
americanas, guateques, etc, etc. Bueno, nuestra pandilla y, en roles
diferenciados por la edad, la de los 'mayores' y la de los
'pequeños', que todos teníamos hermanos y hermanas... con los que
no nos mezclábamos. Al menos por entonces, 2-4 años de diferencia,
a los 16-20 son un mundo, y las pandillas se formaban con gente
prácticamente coetánea.
(Luego, por cierto, con los años, nuestras chicas pasaban a
ennoviarse y salir con 'los mayores'... y nosotros 'fichábamos' a
las chicas de 'los pequeños'. Pero esta es otra historia).
El caso es que, como dije, me dió por recordar cuántos han
desaparecido. Y son muchos: a vuelapluma... SergioP, RogelioM,
JoaquínS, ManoloG, JulínG, Angel Juan, Jose MariaI, PacoF, PoppyG,
TeresinaM, PiliG...
Y, con el recuerdo, te invade una sensación de tristeza, porque
fueron muchos años de disfrutar juntos unos veranos extensos e
intensos, en la flor de la juventud y, aunque con el tiempo nos
fuimos dispersando, y 'la pandilla' solo prosperó en esos tiempos
(caramba, me viene a la mente aquella buena película... Verano del
42), la noticia... '¿sabes quien ha muerto?' siempre me llenó de
tristeza, y me aflora el pensamiento de que ya las bombas caen a
nuestra vera, y hay que empezar a usar casco... o paraguas.
A todos aquellos viejos amigos, y amigas, de juventud, ya
desaparecidos, quiero dedicar esta entrada del Blog. Nuestras vidas
discurrieron, en general, por muy diversos caminos, pero siempre
queda en el recuerdo las vivencias de los buenos veranos disfrutados.
Dicho queda.
Y caramba, hacía más de un mes que no escribía en el
Blog, y ahora me sabe mal dejarlo otro largo periodo con una última
entrada tan mustia y cutre como ésta, así que me esforzaré en
vencer la astenia primaveral, la nostalgia, la sensibilidad a flor de
piel, o lo que puñetas sea... y levantar el ánimo con alguna
entrada más 'positiva'.
Pero esto si que lo tengo claro: ya hay que estar... ¡Con casco y
hasta con paraguas...!
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