Hoy voy a hablar de Ramón Melijosa. Mon, como todos le conocemos en mi pueblo, es un personaje entrañable. Tiene actualmente 88 años y
durante más de 50, regentó una peluquería de caballeros. Ni que decir tiene que, en los pueblos, sobre todo 'antes', las peluquerías eran uno de los más importantes centros neurálgicos de las villas.
Todavía recuerdo cuando hace tiempo (cuando mi 'frondosa cabellera' aún requería unas tijeras profesionales) yo iba a la peluquería algún sábado por la mañana... y si me decían que era 'el siguiente' prefería darme una vuelta para que hubiese cola... porque los dimes y diretes de los clientes, mientras esperaban su turno, eran de lo más entretenidos.
Todavía recuerdo cuando hace tiempo (cuando mi 'frondosa cabellera' aún requería unas tijeras profesionales) yo iba a la peluquería algún sábado por la mañana... y si me decían que era 'el siguiente' prefería darme una vuelta para que hubiese cola... porque los dimes y diretes de los clientes, mientras esperaban su turno, eran de lo más entretenidos.